lunes, 17 de febrero de 2014

El Frontón escuela de Campinas (Brasil)

Fotografía de 1918 en la zona de venta de poules situada en  el interior del Frontón Campineiro, fotografía recuperada en el blog de João Marcos Fantinatti.
La ciudad de Campinas también decide levantar un Frontón. Instaurado el mensaje higienista sumándose lugares de Brasil como Niteroi. Además de Rio y Sao Paulo nuevas iniciativas surgieron en otras ciudades como Santos, Curitiba y Campinas que este día se inauguraba el Frontao Campineiro. Esta Ciudad ya demostró interés en realizar un juego de pelota (coincidiendo en el tiempo cuando Ruy Barbosa se encontraba exiliado allí), como fue publicado en la revista deportiva, teatral y literaria “Frontao” pero se vería paralizada probablemente con motivo del decreto del 1 de enero de 1895.
La Villa de San Carlos situada en el Estado brasileño de Sao Paulo pasó a categoría de ciudad, siendo oficialmente llamada de Campinas en 1842. Una terrible epidemia diezmo considerablemente la población de esta ciudad cafetera. El año 1889 a causa de ella de los 20.000 habitantes que poseía, más o menos 5 mil sobrevivieron a la dolencia.
Pero la ciudad y bajo las medidas tomadas por el higienista Emilio Ribas se va poco a poco recuperando. En un requerimiento del 14 de septiembre de 1896 realizado por Jaime Viñas y Juan Martino Burre se pedía licencia para construir un edificio para la práctica del deporte de la pelota vasca denominado Frontòn. Como dicen los estatutos en escritura pública:
Queda constituida una sociedad anónima con la denominación de Compañía Frontao Campineiro, cuya sede estará en la ciudad  de Campinas, Estado de Sao Paulo. Su duración será de 5 años a contar desde este día pudiéndose en la asamblea general prolongar ese plazo, y estará proyectada con el capital de 120:000$000. La Cía. se dedicará a explotar juegos de pelota y otros divertimentos análogos, como espectáculos artísticos y  recreativos, exhibición de fuerzas, agilidad y destreza, ejercicios gimnásticos, acrobacia, esgrima, boxeo, patinaje, danza y equitación, tiro, carreras a pié y a caballo, bicicletas y otros que proporcionan diversión además de mejorar la preparación física. La compañía  se financiara a través de la venta de entradas, juego de apuestas y cualquier otro permitido por la ley.
La Compañía, para alcanzar sus objetivos, adquirirá los bienes que pertenecen a Jaime Viñas y Joao Martins Berra, por concesión de la cámara municipal de esta ciudad, bien como edificio apropiado a los fines de la Cía., construido por Jaime Viñas y Francisco Torres, en el barrio de Santa Cruz de esta ciudad; Iglesia del mismo nombre y distrito de paz de Campinas con el terreno sobre el cual se quiere asentar y adyacentes, y de todos los materiales de que dispone.
En las efemérides campineiras de J. C. Mendes aparece como día de inauguración de este frontón cafetero, el 18 de julio de 1897 y comenta el gran número de años que continuo, siendo su actividad principal el atlético juego de pelota.
La cancha era de enormes dimensiones: 70 metros de largo por 12 de ancho cimentado el piso. Un Frontis de 12 metros de altura llegando a 15 metros de alto sumado el alambre, 12 de ancho siendo el grosor de la piedra de un metro. Existía una pared lateral que comenzaba en el frontis e iba bajando de altura hasta terminar en la pared de rebote de 8 metros de alto. Era realmente un Frontón exigente.
 El año 1898 el campineiro Manoel Ferraz de Campos Salles  se erigió  presidente de la República brasileña. El barrio pasó a denominarse “Frontao” al igual que la parada del antiguo bonde (tranvía) tirado por burros que fue creada en 1901 al mismo tiempo que las líneas hacia el Hipódromo, el Gimnasio, y Liceo de Artes y oficios.

En Campinas fueron notables pelotaris aficionados el ingeniero Alfredo Fomm Garcia Redondo, su hermano Jayme  y Pelagio Lobo. Hacia 1919 esta ciudad mantenía abierto uno de los frontones más antiguos de Brasil. En la cancha situada en la que es hoy oficina de la prefectura en la calle Olabo de Billac, se había creado una importante escuela de cesta punta y muchos brasileños se convirtieron en profesionales gracias a sus avances en este decano Frontón. Utilizaban las enormes cestas que se adaptaban mejor a la forma de jugar brasileña. Aumentaron de volumen respecto a la antes utilizada por el Club atlético como se constata ya en los Frontones Boa Vista y Niteroi.
Los pelotaris campineiros lucían gorra al estilo cafetero con la que protegían sus cabezas del potente sol  que los golpeaba en la cancha descubierta del barrio denominado Frontao y hoy conocido por Cambui. Camisa blanca, pantalón blanco sujeto por cinturón de hebilla, calcetines oscuros y modernas alpargatas de suela de borracha (caucho) unos y calzado de tenis los otros completaban su indumentaria.
En esta foto aparece el equipo de juveniles de 1919. De izquierda para derecha son: Ernesto R. Lobo, Ari Rodriguez, Manuel Rodrigues Nunes (Neco), Armando Pimentel, “Guaraní” (técnico),  Miguel de Lucca y Manuel Ubinha. Abajo: Carlos Rosa (Carlito) y F. Galhardi (Choquito). De estos atletas solamente Ari, Carlito y Ubinha no se hicieron profesionales, los demás ganaron grandes sumas con el oficio de pelotari. Por ejemplo como nos cuenta este artículo recuperado en memorias de Campinas como Manuel Rodrigues Nunes “Neco” llego a ganar más dinero que el propio presidente de la República. Otros pelotaris aficionados del Campineiro fueron: Azael Lobo, Paulo Lobo, José Sarmiento y Paulo Decourt.
Edorta Basterretxea.

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